- ¡Y yo jamás olvidaré tu cara!”
Este pequeño intercambio de palabras me golpeo como un "uppercut"* la primera vez que lo escuché y sigue haciéndolo cada vez que lo leo.
¿Donde está la fuerza de este dialogo? ¿Como puede llegar a ser tan cortante, tan amenazador? ¿Por qué me cruza siempre la cara de esta forma?
He estado rompiéndome los sesos una y otra vez desde entonces, intentando encontrar una explicación para mi mente cartesiana y creo que la llave esta en el contexto.
Si lo desconocemos, estas frases bien podrían llegar a ser palabras de amor susurradas al oído. Pero no es el caso. Se trata de una amenaza, de una autentica amenaza.
Pertenecen al guion de la película “A ciegas” – del libro escrito por el Premio Nobel de Literatura en 1998, José Saramago- una obra conmovedora y una película muy dura que habla de la responsabilidad de tener ojos cuando los otros los han perdido.
Pero volvamos al significado de las frases. Empecemos por la palabra “cara”, una forma de identificación. Resulta más fácil, por lo menos para mí, recordar una cara que una voz, pero espera un momento, no se utiliza el verbo “recordar” se usa el verbo “olvidar” en su lugar. Así que cual de los dos es más fuerte: ¿recordar o bien olvidar? Son antónimos; el primero tiene el poder de la memoria, el segundo la pierde.
¿Qué ocurre con la palabra “voz”? Un sonido” Es fácil imitar una voz. La identificación es sin lugar a dudas mucha más poderosa que el sonido, ¿y qué pasa si los personajes del dialogo son ambos ciegos? Qué pasa si reescribimos las frases de la siguiente manera:
- “¡Siempre recordaré tu voz!
- ¡Y siempre recordaré tu cara!”
La amenaza sigue ahí, y si encima sabemos que estamos hablando de ciegos que tienen dificultades de identificación, resulta más fácil entender de donde puede provenir la amenaza.
Lo raro del caso es que un ciego nunca se expresará de esta forma.
¿Como podría utilizar una expresión que se refiere a la vista y a la identificación? “¡Nunca olvidaré tu cara!”
Déjame confesar algo: yo soy una mujer miope, muy miope incluso, y consecuentemente puede resultarme más fácil imaginarme hasta qué punto puede llegar a ser horrible la ceguera, no solo para los invidentes de nacimiento, pero también para las personas que pueden quedarse ciegas.
¡Oscuridad! Imagino la ceguera como una falta de luz, por lo tanto la asocio con lo oscuro. ¿Pero si resulta que esta ceguera es blanca, como cuando nos deslumbra una luz, una luz exorbitante, algo tan blanco como la leche?
¿Y qué pasa si todo tu entorno se vuelve ciego? ¡Impensable! ¿Y qué pasa si resulta que eres tú la única que puedes ver? ¡Terrorífico! La única condenada a ver cuando nadie más puede hacerlo.
Cierra tus ojos e imagina la situación: no más caras, no más colores, no más diferencia entre el día y la noche, la perdida de la noción de tiempo, la imposibilidad de encontrar las cosas, no solo los objetos, pero también cosas intangibles como puede ser encontrar una salida, la dificultad de moverte entre miles de obstáculos, tus manos y tu voz siendo tus únicas herramientas. ¡Esta es mi descripción de la palabra pesadilla!
En mi opinión la amenaza, en este caso, proviene de la palabra “cara”: nuestra cara es lo que nos diferencia los unos de los otros, es nuestra identidad. Los ciegos solo pueden imaginarse las caras, mientras que un vidente puede llegar a verlas; no hay forma de esconderte incluso estándote quieto y callado, con la extraña sensación de sentirte observado e indefenso.
Así que llegados a este punto, déjame terminar mí escrito con la letra de Alan Parsons Project:
“Soy el ojo en el cielo que esta mirándote,
Puedo leer tu mente,
Soy el que dicta las reglas,
Tratando con locos
Puedo engañarte como a un ciego
Y no necesito verte más
Clara Romeu
ReplyDeleteProbando, probando ... ¿Sale mi post? Yooooooooool, eres la repera !!!! Me encanta cómo escribes. Besazo ♥ (NO HE PODIDO DEJAR EL COMENTARIO EN TU BLOG)
Clara Romeu
ReplyDeleteHoy has sacadu punta a tus lápices ??? jajajajaja
Clara, dulce Clars,
ReplyDeleteGracias por tus comentarios. Gracias por gustarte mi forma de escribir, pero creo que sigo en la prehistoria, tengo tanto por decir y a tanto sobre lo que deseo escribir que estoy flipando.
No obstante no me resulta NADA facil hacerlo.
Pero ME GUSTA y como no tengo sentido del ridiculo pues aqui estoy hahahaha,
Gracias de nuevo Clars.
Un besote y un abrazo de aqui a la luna y vuelta ^_***
Mercedes De Ávila
ReplyDeleteTaba leyendo tu post Yol...muy...ufff...penetrante...?