Hoy me he levantado realmente cansada.
El sueño aún pegaba mis ojos y mi cuerpo se encontraba en un estado de alta gravidez; muy pesado, como si hubiese estado caminando en un escafandro bajo el mar… ¿No sé si me explico bien?
Tomé mi desayuno mientras escuchaba un programa “talk-show” en la tele – ni tan solo me encontraba yo de humor para una conversación educada con nadie, ni si quiera mi marido-. Mis labios también pesaban horrores y mi cerebro estaba fuera de servicio…
Me llevé el tazón de té y me senté frente a mi ordenador portátil. Entré en mi cuenta del Facebook, miré mi muro y me di cuenta de que tenía 190 amigos!!!
¿¿¿Amigos??? ¿¿¿190 amigos??? ¡¡¡Venga ya!!! Los llamo “Facebookianos”. No son amigos. Yo no tengo 190 amigos: no se lo cree nadie esto, y además es algo imposible, al menos a mí entender. No soy amiga de la humanidad entera…Así que decidí que iba a borrar algunos de ellos.
Esto es realmente una cosa extraordinaria; hoy en día la tecnología nos brinda la posibilidad de BORRAR a la gente… Biennnn!!!Empecé por todos los que no están nunca, los que no escriben nunca ni un post ni un comentario, ni tan solo un “me gusta”.
Para qué tienen una cuenta en Facebook? No es de mi incumbencia, por lo tanto los fui borrando alegremente…Adiosss a todos los “amigos” que encontré después de 30 años. Hasta luego chicos, entonces éramos críos, pero ahora somos adultos y si estáis taaaann ocupados o bien sois taaaann perezosos para conservar una antigua amistad, os podéis ir, por lo que a mi me toca, tranquilamente al cuerno, ¡pues me importa un bledo!
De hecho no pienso volver a veros dentro de 30 años, así es que: adioosss!
Espero que la vida os trate bien y os deseo lo mejor en la privacidad de vuestro muro mudo en Facebook!
Tiro una raya perfecta… ADIOSSS ^_***