Tal vez debería empezar disculpándome, ya que como quiero ser concisa, me veo forzada a decir que en España contamos básicamente con dos equipos principales: el Barça y el Real Madrid.
Está claro que existen otros equipos españoles pero recordad que tengo que ser concisa y por lo tanto escueta, ¿vale?
Así que tenemos dos equipos principales, brillantes y eternos rivales, cuyos seguidores son consecuentemente también rivales ¿o bien es el contrario? Son los seguidores los eternos rivales y por tanto los equipos también. Que sea lo que Dios quiera, pero tal vez no sepáis que en este mundillo, la gente se deja llevar por su pasión hasta convertirse en un abrir y cerrar de ojos, en enemigos.
Gente pacífica sufre una transformación impresionante como les ocurre a los héroes de los comics tras tomarse la poción secreta. Habrán oído hablar del Increíble Hulk, verdad.
Pero concentrémonos en el juego: 11 jugadores en cada equipo, o sea 22 tíos corriendo tras una pelota. Sí, eso es, una sola pelota para tanta peña. Y si creen que la finalidad del partido es conservar la pelota, se equivocan. Ni siquiera pueden tocarla con las manos, deben disparar a la portería contraria y todo ello sobre un terreno de juego enorme, utilizando únicamente la cabeza y los pies.
Si ET cayese en la Tierra en medio de un partido de futbol se quedaría pasmado y pensaría que tal vez 22 pelotas zanjarían el asunto; así cada jugador dispondría de la suya y podría usarla a su antojo, y todos contentos. Sería una solución genial ¿no creen?
¿Pero que pasaría con el público? A la gente, como en la Antigua Roma, le gusta la competición y la lucha. No quisiera pasarme pero parece ser que los futbolistas son los nuevos gladiadores.
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